Es fundamental entender que no se podrá derrocar ningún gobierno allá afuera si antes no empiezas por ti primero. Lo contrario aún cuando creas, por los mismos hechos incluso, haberlo logrado, será simplemente una ilusión que tiene fecha de caducidad.
Uno de los poderes mas difíciles de derrocar es el poder interior que está gobernando tu ser por entero, incluso para aquellos, quienes de alguna manera nos hemos sometido ya al Señorío de Yeshua. Su mayor fortaleza es nuestra ignorancia de su existencia, de allí su prevalencia y su dificultad para derrocarlo.
Y esto a propósito del post anterior publicado, titulado "Como Derrocar Gobiernos" que recomiendo por supuesto, leer antes de continuar leyendo este artículo.
Somos muy proclives a estos temas sobre todo si en nuestra sociedad, en nuestra nación o país existe un gobierno opresivo que está subyugando, sometiendo, en definitiva esclavizando nuestro pueblo, a nuestros hermanos.
Pero como lograr eso de Derrocar un Gobierno sin malgastar ni siquiera una sola bala? Y cuando hablo de no malgastar una bala no me estoy implícitamente refiriendo al "malgasto" material de la bala en si, sino mas bien al hecho de saber que te esfuerzas para obtener el dinero necesario para comprarla y que ese esfuerzo no necesariamente tuvo como objetivo la compra de la bala, mas bien tuvo un buen propósito de inicio, que luego fue desviado a propósito de malgastar tu tiempo pensando en cosas inútiles de como, "derrocar un gobierno" sin ni siquiera tener idea de como hacerlo. Cosa que de alguna manera ya supimos en la pequeña introducción del post anterior y que seguiremos dando luces al respecto en esta serie que hemos decidido titular "Como Derrocar Gobiernos".
Ahora para derrocar un Gobierno, ya sabemos que debemos tener claro que estos, son impuestos desde el mundo espiritual, desde donde entendemos existen como máximas autoridades regentes (buenas o malas) los gobiernos impuestos en nuestro mundo natural decididos por nosotros mismos por concesiones dadas, a quienes de alguna manera alcanzamos y le damos posiciones de autoridad en nuestra sociedad, y esto se va a establecer ya sea por imposición o por la fuerza, o por "sufragios democráticos" y como consecuencia de nuestras formas de vida, de nuestras buenas o malas decisiones. En definitiva regirá el gobierno del bien o el mal en una nación o en ti según tus decisiones de ayer. Nos apoyamos por supuesto en la verdad que siempre debe ser nuestro punto de partida como hemos venido recomendando y como evidencia de esta afirmación podemos leer acá:
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Yehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Esto sin lugar a dudas nos deja claro que lo que existe actualmente como gobierno en nuestras vidas, en nuestras sociedades o naciones son responsabilidad directa de cada uno de nosotros como ciudadanos de ese país y en consecuencia debemos también entender que la solución dependerá inevitablemente del entendimiento de estos asuntos y comenzar entonces a tomar las decisiones correctas que nos garanticen un mejor status. En definitiva es una decisión personalísima, individual, es decir la solución comienza por cada uno de nosotros de manera muy particular o individual y la felicidad de una nación en consecuencia dependerá de la decisión acertada (alineada con la verdad) de cada uno de sus ciudadanos.
Lo primero que debemos saber es que para lograr esa meta necesario es entender que debemos empezar por nosotros mismo. Es decir, no se puede derrocar un gobierno y sus "logros" o sus metas alcanzadas (dañinas por demás) en una sociedad, sin antes comenzar por la conquista de nosotros mismos y para poner en evidencia esta afirmación nos apoyaremos entonces en la Verdad Fundamental escrita que dice así:
Vale más ser paciente que valiente; vale más dominarse uno mismo que dominar a los demás.
Otra edición dice:
Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.
Eso está escrito en Proverbios 16:32
Es imperativo que entendamos que no se tendrán logros efectivos contra la esclavitud (dictadura, islamismo, comunismo, socialismo, democracia, hechicería en todas sus formas y mas sutilmente la religión donde destaca el catolicismo) es decir no se podrá derrocar un gobierno, sino se parte desde la Verdad para la ejecución apropiada de acciones pertinentes.
Las pregunta obligadas partiendo desde la Verdad revelada en Proverbios 16:32 entonces son 2:
1.- Como ser Pacientes para evitar la Ira y evitar actuar desde ella?
2.- Como domino mi Espíritu?
Es imposible darle respuestas a estas 2 preguntas si antes no tienes idea de esos 2 conocimientos
- "como ser paciente" y
- "saber del espíritu dentro de mi"!!!
Entonces es necesario que sepamos que existe dentro de nosotros un Espíritu que debemos conquistar y empoderar y que hay algo que está imponiendo un gobierno y que es a ese algo a quien debemos derrocar.
Identifiquemos a cada uno de ellos...
En Psicología esas dos (2) entidades se han logrado identificar perfectamente: ellos le llaman el "YO" o EGO y el "Super YO". Ahora en el mundo espiritual, el cual es nuestro objetivo en este caso, por cuanto es ya sabido que es desde allí desde donde se dictan las pautas de conductas para el mundo natural donde nos desenvolvemos, en ese mundo espiritual estas 2 entidades son conocidas como Alma y Espíritu.
Estos dos son perfectamente definibles desde ese punto de vista y podríamos decir a grosso modo que el Alma es quien lleva implícito nuestras emociones y el Espíritu es ese que Dios nos puso en el mismo momento que nos creo y que hoy no tengo dudas en calificar como el aliento que nos mantiene vivos y que el mismísimo Creador lo ha identificado a través del discípulo de Saul HaTarsí (Pablo) en 2 Timoteo 1:7 como …un espíritu de poder, de amor y de dominio propio.
Esas 2 entidades dentro de nosotros, desde nuestra posición de conciencia las hemos ya identificado arriba verdad. Ahora, conociéndolas y sabiendo que papel juega cada una de ellas dentro de nosotros, entonces podemos conquistarlas entendiendo que una debe ser derrocada para ponerla a nuestro servicio (El Alma) y la otra debe prevalecer (El Espíritu) por cuanto esta última debe ser de acuerdo con el origen, el verdadero conductor de ese vehículo que hoy conocemos como cuerpo, pero que ha estado dormido (El Espíritu) como su conductor y en su lugar ha prevalecido el EGO separado de la luz (conocimiento) que proporciona su Creador en el libro de instrucciones perfecta de vida ideal (La Toráh), entendiéndose este (el EGO) como independiente de la fuente de toda existencia mejor conocido como ABBA (Creador), haciendo que nos conduzcamos desde su naturaleza instintiva, como lo son sus emociones y que hoy gracias a su predominio en el curso de los tiempos, por cuanto nadie nos ha instruido al respecto, la entendemos como nuestras, como propias, como que somos nosotros mismos en definitiva.
Estas emociones o EGO son nuestro Señor por excelencia en nuestra cotidianidad, en nuestras vidas y son ellas exactamente las que nos dicen que debemos y que tenemos que hacer. Error!!! Eso es un gobierno instaurado dentro de nosotros y a esa entidad hay que derrocarla para ponerla a nuestro servicio y dejar de estar nosotros al servicio de ellas (las emociones).
Ahora como derrocar esa entidad, ese gobierno dentro de nosotros, sabiendo ya, de acuerdo con la verdad revelada en Proverbios 16:32, que derrocarla es el perfecto inicio para comenzar a transitar por el camino hacia la libertad de enfermedad y pobreza?
En una próxima entrega te daremos mas detalles acerca de la naturaleza de estas 2 entidades con el fin de saber exactamente que hacer para conquistarlas.
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Interesante y muy oportuna enseñanza! Creo que es muy importante conocer primeramente estas 2 entidades para saber sus flaqueza y poder dominarlas...y así llegar a tener dominio propio, algo tan difícil de manejar más no imposible!! Mil gracias por sus enseñanzas...Dios le Bendiga!
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